sábado, 9 de mayo de 2020

MI PRIMER PROCESO EVALUATIVO

Recuerdo que en las prácticas pedagógicas que realicé antes de graduarme como docente implementé un proyecto que tenía como fin incentivar a los estudiantes a la lectura y escritura de poemas o cuentos cortos para la construcción de un producto como lo es la publicación de un libro. Los alumnos en verdad se emocionaron y mostraron gran interés en las respectivas actividades.

Sin embargo, cuando a modo de especialización se empleó la coevaluación algunos estudiantes proyectaron recelo y disgusto al escuchar la opinión de sus compañeros respecto a lo que habían creado, de manera que pude identificar que en algunos casos la manera de evaluar puede tener un efecto negativo en el proceso de aprendizaje y distanciar al alumno de las actividades. Así, opté por aplicar solo la heteroevaluación (donde es el docente quien evalúa) y el autoevaluación (introspección) con el fin de que el alumno sea consciente, crítico y reflexivo de sus procesos mentales, disposición y la construcción propia del aprendizaje

Para responder si puede hacerse en la virtualidad diría que depende también del grupo al que estemos orientando puesto que en una comunidad estudiantil con mayor edad sí resulta apropiado aplicar la coevalución y como es obvio también la hetero y autoevaluación

1 comentario:

  1. Gabriela, qué bonita experiencia esa que refieres de escribir para publicar, eso motiva más que la promesa de recibir la nota más alta, pues la verdadera gratificación está en el producto mismo: un libro, que no todo el mundo tiene.

    La evaluación en sí misma pudo ser una riqueza mayor para el grupo, pues se pudo hacer sacado provecho del interés de todos y no de los particulares, pues el libro era un producto grupal, no de un sujeto. Creo que nadie hubiera querido publicar un mal libro, por ello era necesaria la coevaluación para que todos estuvieran de acuerdo en qué textos saldrían en este. La mediación en la coevaluación es vital porque permite validar al otro como par.

    Los otros dos procesos son complementarios, la heteroevaluación que es la mirada desde el pedagogo que orienta el aprendizaje y la coevaluación es la conciencia del propio trabajo de escritura y nadie se engaña a sí mismo, ¿o sí?

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